por El Cuco
Una ciudad. Esta ciudad. Sus geografías, sus ciudadanxs, sus relaciones. Su realidad. ¿Una sola? ¿Desde dónde mirarla? ¿Con quiénes? Los ricos, los que gobiernan, los que dicen que saben, los que venden la salvación y los medios de comunicación indican constantemente dónde y cómo mirar, silenciando otras realidades. Eso tal vez lleva a muchxs de lxs que estamos acá abajo a pensar y actuar asumiendo que lo injusto y lo doloroso no puede cambiarse, que el mundo que hay es el único posible, que es vano pretender uno más bello. Si no, ¿por qué seguimos avalando una sociedad donde las personas ocupan el papel de simples instrumentos que producen para los poderosos? ¿Por qué contribuir a un mundo donde muchxs son descartadxs y condenadxs a la pobreza y a la muerte prematura? ¿Por qué tolerar que esto ocurra para que unos pocos puedan llevar una vida de lujos y comodidades?
No nos contentamos con mirar sólo del modo en que nos dejan. Preferimos mirar con nuestros propios ojos, desde nuestras propias experiencias, amasando nuestras propias reflexiones. Miramos y actuamos desde las realidades más jodidas, desde los barrios de la periferia, donde una sonrisa, la mano tendida y el billete de Mitre valen mucho más que en el centro, porque es lo que hay, y tiene que alcanzar para que haya más. Actuamos desde abajo, desde la tierra, bien embarrados del mundo, pues lo queremos cambiar.
¿Y cómo laburar para ese cambio? De igual a igual, porque compartir es hermoso y porque no queremos diferencias. Porque construir colectivamente suma diversidad y nos enseña a respetarnos. Porque crear lazos donde no los había genera pueblo, genera fuerza. Fuerza para mirar y pensar, fuerza para unirse y actuar, actuar para construir e interpelar. Que no perseguimos lujos, sino derechos: laburo, cuerpos sanos, alimento para la panza y para la cabeza. Porque a la cabeza que piensa no se la domina. Y porque libre es el cuerpo que puede crear.
Libres son quienes pueden mirar, pensar y hacer por sí mismxs; entre iguales para que nadie mande, y colectivamente porque la libertad no es cosa de uno solo. La autonomía del pueblo privado de derechos, de quienes menos tienen, de quienes laburan más para tener menos no llegará como regalo de los poderosos, de los que quieren y hacen que el mundo sea injusto. Llegará a medida que generemos vínculos comunitarios y dinámicas solidarias que nos permitan asegurarnos, sin depender de los de arriba, los medios para darnos una vida digna, una vida creativa. Una vida y un mundo de cuya creación todxs podamos ser artífices.
el Cuco es un colectivo independiente de toda otra organización, actuando en barrio Cabal, Santa Fe. A la par de lxs vecinxs sostenemos con financiamiento propio una huerta comunitaria, un taller de arte y la murga del barrio. También coordinamos talleres de salud, intervenciones del espacio público y actividades culturales de diversa índole.
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